sábado, 21 de mayo de 2011

LA SOMBRA DEL DESEO CAPITULO 2

CAPÍTULO 2:

BESOS Y SENSACIONES



Abrí los ojos, a causa de los rayos de sol que entraban por la ventana, me incorporé de la cama quedándome sentado en ella, me restregué los ojos con la esperanza de que todo lo que me había ocurrido el día anterior hubiera sido un sueño.

-¡Levántate gatita!- Kei entró en la habitación como si de un huracán se tratase.

-¡No me llames así! Ya te lo dije… Me llamo A…O…I.- Me levanté de la misma rabia que me procesaba Kei. Él me miró de manera irónica y me sonrió; lo que me asustó  bastante. Se acercó a mí con paso decidido, me levantó en peso y me apoyó en su hombro como si de un saco de patatas se tratara, a lo que le espeté.- Pero qué demo… ¡Déjame! ¡¡¡Qué me bajes te digo!!!


Intentaba darle patadas, pero ni así me soltaba; me estaba llevando al servicio que había dentro de la misma habitación en la que yo dormí aquella noche. Al ver que todos mis esfuerzos de nada servían ante su fuerza, dejé de intentar soltarme. Al entrar al baño, y sin dejarme en el suelo se acercó a la bañera y abrió el grifo, durante el rato en el que se llenaba la bañera, Kei no me dirigió la palabra, yo me quede quieto sin realizar ningún movimiento, me preguntaba a mi mismo que es lo que pretendía hacer”-¿no pretenderá ahogarme?-“pensé. Al llenarse, Kei, me dejó con sumo cuidado en el suelo, y empezó a desvestirme de arriba abajo.

-Pero…. ¿Qué… qué estás haciendo?- noté como mi rostro empezaba a arder. 

-Da gracias que no te eche un cubo de agua fría como a los cerdos.- Cogió mi cuerpo desnudo en brazos.

- Ni se t…..- no me dio tiempo a terminar la frase, pues, me metió bruscamente en la bañera. Pensé que el agua estaría fría, o peor, ardiendo, pero, para mi sorpresa el agua estaba templada.

Me restregué el agua que me había caído en los ojos.

- Pero,… ¿Cómo te atreves animal?- le miré a los ojos muy enfadado.

-¡Vaya! Se nos está pegando eso de los motes irónicos.- Se le podía observar una sonrisa radiante en su rostro.

- Que pena que lo hallas interpretado mal, no es que animal sea un mote irónico, es que lo eres.- Reí por lo bajo, y nuestras miradas se cruzaron como si de rayos se trataran, había una guerra y quería ganar *+* jiji.

Me cogió por la cabeza y la arrojó al agua durante unos instantes, aquello me pillo desprevenido.

- ¿¡Te has vuelto loco, o qué!? ¿Pretendes ahogarme, idiota?- La sonrisa que procesaba Kei era más intensa que antes y no se le despegaba de su rostro ni un instante.

- Te pones muy mono cuando te enfadas- se agachó para verme mejor la cara, nos miramos durante unos instantes, me puse más rojo que un tomate, “¿porqué será tan guapo? ¡demonios!”.

- No… no digas tonterías, y dame la maldita esponja de una vez- para mi sorpresa metió la mano en la bañera. Al percatarme encogí mis piernas, para que no me tocara, aquello era muy vergonzoso,- pero… ¿qué estas haciendo?- le pregunté tímidamente-

- ¿No querías la esponja?-. Dejó de mirarme, y empezó a tocar por todos los rincones de la bañera  (menos donde yo estaba), hasta que al cabo de unos segundo sacó su mano con la esponja en ella, y a continuación cogió un gel y la restregó en ella-. Deja que te lave la espalda-. Me incorporé lentamente para que pudiera frotármela. Pero, cuando lo hice no se movió ni un centímetro.- ¿Quién…?-

Entonces recordé; eran las cicatrices de mi espalda, las cicatrices que mi madre estuvo haciéndome durante todos esos años. Miré la cara de terror de Kei, lo que me sorprendió bastante, Kei, un hombre que acababa de conocer se preocupaba por mí, no lo entendía.

- Dime, ¿quién te ha hecho esta salvajada?- No, no quería decírselo, no era asunto suyo, no tenía porque saberlo – ¡Contesta!- me agarró fuertemente del brazo derecho, me apretaba como aquella noche que nos conocimos.

-No…. ¡Suéltame! Me haces daño- No alejaba su mano de mi brazo, y cada vez me apretaba más, empecé a tenerle miedo.

- ¡No hasta que me lo digas! Dime quien ha sido o….- no le di tiempo a amenazarme

- ¡No es de tu incumbencia, además ¿A ti que te importa?! - Kei se quedó bastante dañado por aquella respuesta, lo noté en su rostro, estaba triste. Me soltó lentamente.

- Bien, tú lo has querido. Cuando encuentre a esa persona la mataré, como a aquellos hombres que viste ayer.- Se acercó a mi rostro- Y después jugaré contigo, como me apetezca.- Cogió de nuevo la esponja y empezó a frotarme la espalda suavemente, las lagrimas empezaron a rozar mis mejillas lentamente.


* * * * * * * * * * * *


            Cuando salí del cuarto de baño, había unas ropas encima de la cama: parecían bastante costosas, me acerque a ellas para verlas mejor, me di cuenta de que tenían mi talla; decidí ponérmelas por si acaso Kei se enfadaba con migo de nuevo, ya que supuse que era un regalo para mi, me desaté el albornoz lentamente, y me deshice de él. Noté como Kei cerraba el grifo de la ducha, tras eso me vestí rápidamente, parecía a punto de ganar un concurso de quien se viste más rápido (no estaría mal XD).

            Al cabo de cinco segundos aproximadamente, Kei salió del baño medio desnudo y secándose el pelo con una toalla. Yo seguía de pie, mirándolo atentamente, me avergoncé al percatarme de lo que estaba pensando:”- Es muy atractivo”-.No me lo podía creer.

            Kei se percató de que le estaba mirando fijamente. Se le podía observar una sonrisa pícara en el rostro:

            - ¿Qué te pasa gatita? ¿Pareces muy ensimismado?- dejó la toalla en un sillón que había al lado de un perchero, situado a la derecha de un enorme armario.

            Se fue acercando lentamente a mi, su mirada parecía la de un tigre apunto de atrapar a su presa. Me asustó un poco, di un paso hacia atrás, pero eso fue un error, me tropecé con la cama, la cual, me hizo caer hacia atrás. Kei no dejaba de sonreír, se detuvo en frente mío, sin dejar de mirarme:

            - ¿qué?, ¿Ahora, si te apetece jugar conmigo?-. Yo negué con la cabeza rápidamente, ¿en qué estaría pensando Kei? No quería quedarme ahí para averiguarlo. Intenté levantarme, pero me fue inútil. Kei, interpuso su pierna derecha entre las mías, y me volvió a tumbar. No podía creerlo, estaba encima de mí, agarrándome por las muñecas.

            - ¡No me toques, Pervertido! Deja…- No me lo podía creer, lo estaba haciendo de nuevo, sus labios estaban junto a los míos, pero era diferente al anterior, su lengua estaba en el interior de mi boca, tocaba la suya con la mía, como si estuviera jugando con ella. Intentaba pegarle patadas, pero era inútil su cuerpo era demasiado pesado para poder moverme, entonces decidí dejarlo pasar por esa vez, y dejarme besar por aquel atractivo pervertido.

            Al cabo de unos segundos se alejó de mí lentamente, yo respiraba con dificultad.

            -¡¿Estas satisfecho?! ¡Idiota, animal! ¡Suéltame!- le grité con todas las fuerzas que me quedaban, por ese grave error empecé a toser. Kei me soltó las muñecas rápidamente, y me incorporé velozmente.

            -¿Estás bien?- Kei parecía bastante preocupado.

            -No, no estoy bien. Si dejaras de besarme estaría mejor- me tocaba la garganta.

            -¿No me digas qué no te ha gustado?- Kei sonreía descaradamente.

            - No me ha gustado, ¿cómo me va a gustar? Somos chicos los dos, y además, que tú seas gay, no significa que yo lo sea, así que deja de besarme.- Estaba como un tomate, era un estúpido, seguro que ahora se enfadaría conmigo por decirle “gay”.

            -¡JA! Qué sepas que yo me he acostado con miles de mujeres.-me miraba a la cara desafiantemente. Aquella respuesta me sorprendió bastante, pensé que se enfadaría.

            - Entonces ¿Por qué leches me besas continuamente?- Adivinad la respuesta (jeje^^).

            -Porque tú eres como una de ellas.- se me podía ver humo por las orejas. Será imbécil.

            -¡Eres un idiota, desgraciado…!-

            De repente la puerta se abrió rápidamente, yo conocía al muchacho, que acababa de entrar, era el chico pelirrojo que vi aquella noche.

            - Ke… ¿qué hacéis?- yo me sonrojé de nuevo, aquella escena era muy vergonzosa (Kei seguía encima mío).

            - Rhino, ¿qué quieres?- Kei se incorporó hasta quedarse sentado en la cama, parecía bastante molesto por la intrusión del muchacho pelirrojo en la habitación.

            -¡Ah si! Ha venido el señor Bolga para los negocios de la mansión de Atakamu, ¿recuerdas? Hoy tenías una cita con él a las 12:00- Yo no entendía ninguna palabra de las que acababa de decir.

            -De acuerdo, me visto y bajo, Rhino tu mientras cuidaras de la gatita ¿entendido?- kei se dirigió hacia el armario y sacó una camisa blanca y su traje negro.

            -Hiiii, Kei-chan- dijo poniendo una mano en la frente como los militares y sonriendo.

            - Y, por tu propio bien será mejor que no me vuelvas a llamar así-Dijo mientras se vestía rápidamente.

            Cuando hubo terminado de vestirse, se acercó a mí y me besó en la frente:

            - No hagas tonterías, mientras no esté contigo- yo asentí con la cabeza lentamente-.

            Tras decir eso se marcho cerrando la puerta tras de sí. 

viernes, 20 de mayo de 2011

DREAM SELFY



Página para crear tus personajes anime como tú quieras, me encanta con ella puedo crear los personajes de mis mangas e incluso de mis fanfic es una página muy útil jejeje

domingo, 8 de mayo de 2011

MIS COSPLAY FAVORITOS!!!!






















ES COMO SI EXISTIERAN LOS PERSONAJES DE VERDAD!!!!!! ME ENCANTAN !!!!!

NUEVA PUBLICACIÓN DE IVREA!!!!

¡EL GIGOLÓ PERFECTO! (Goshimei Desu!)
El primer shonen de Mayu Shinjo, cuyos capítulos se publicaron dentro de la revista Jump SQ De Shueisha en 2009.
Kiriya Renjouji tiene el codiciado primer puesto del ranking de acompañantes masculinos de "Chateau du Amour", en Tokyo. Es un club especializado en brindar compañía de cultos y hermosos hombres a clientas femeninas. Poca gente sabe que en realidad Kiriya se llama Kotarou Yamada, un chico de Nagasaki que vino a Tokyo a encontrar la forma de saldar las deudas de sus padres. Algunos de los demás acompañantes, celosos de su posición, buscarán la forma de desacreditarlo. Kiriya se las verá negras queriendo detenerlos, especialmente después de que una clienta le atribuya la paternidad de una niña de 5 años. ¡Y por si fuera poco aparece su novia, Miharu, que nada sabe de su trabajo como acompañante!
¡El Gigoló Perfecto! es un tomo único que será publicado a fines de junio

lunes, 2 de mayo de 2011

Papercraft Sakura haruno hecho por mí


He buscado por todas partes y no he encontrado ningún papercraft de Sakura haruno así que he decidido hacer uno por mí misma y me ha salido esto espero ke guste