sábado, 9 de abril de 2011

APOLO Y DAFNE: En escultura y Literatura



Apolo es el dios del sol y de la belleza, del orden moral, de los oráculos y profecías, de la música y de la poesía. Habitualmente es representado como un joven de rara belleza, con la cabeza ceñida de luz. Apolo guía el carro del sol, que atraviesa el cielo cada día arrastrado por cuatro caballos. Sus atributos son el arco, la flecha, la aljaba, la lira y el laurel. Es hijo de Júpiter y Latona y hermano de Diana, Juno, celosa de Latona, persigue a la joven por toda la tierra. Cansada, Latona busca un sitio donde dar a luz, pero toda la tierra se niega a acogerla temiendo la cólera de Juno. Sólo una isla llamada Ortigia (la isla de las codornices) consintió en darle asilo. Latona aguardó el parto durante nueve días y nueve noches. Ésta pudo finalmente dar a luz y tuvo primero a Diana y después con ayuda de ésta, a Apolo. Éste, agradecido, le dio el nombre de Delos a esta isla que significa "la Brillante". 
Apolo mata a la serpiente Pitón en Delfos, y después de esta victoria se atreve a burlarse y desafiar a Cupido/Eros, hijo de Venus/Afrodita. Éste, en venganza saca sus flechas ,una terminada en punta de oro, que infunda amor, y otra que tenía la punta de plomo, que infunda odio y lanza la primera hacia Apolo y la segunda hacia Dafne, una ninfa, hija del río Peneo. Inmediatamente, el dios sintió una violenta pasión por Dafne y ella, lejos de corresponderle, huye a las montaña. Apolo la persigue y, cuando estaba a punto de ser alcanzada, pidióa a su padre que la metamorfoseara para poder escapar del dios. Su padre la transforma en laurel (en griego, "Dafne"), al árbol consagrado a Apolo. 


El tallador de esta preciosa escultura es Bernini, quien captura la transformación de Dafne con intensa emoción, retratando las diferentes etapas de sus cambios. Vista desde la espalda de Apolo, la figura de Dafne queda oculta, mostrándonos sólo el árbol en que se transforma, de modo que girando alrededor de la estatua tenemos una visión en el tiempo de la metamorfosis de la ninfa.

La contraposición de los elementos y el uso del claroscuro reflejan la fuente de la escultura helenística de la que bebe Bernini. También en el periodo helenístico existía esta percepción de Apolo como un muchacho andrógino, joven y delgado, con un peinado casi femenino, aspectos representados también en esta estatua.
Aunque Apolo predicaba la virtud griega de la Sofrosina, la moderación y la sobriedad, esta estatua le muestra persiguiendo desesperadamente a su amor, en vano.
Esta escultura se inspiró en el Apolo Belvedere de Leocares. La composición se realiza en plano-relieve, encontrándose llena de dinamismo y difuminación. El grito de horror de Dafne y el rostro perplejo de Apolo nos muestran un contraste de actitudes y aspectos que reflejan el interés por la representación de las esculturas.
Y para terminar un poema dedicado a este precioso mito por Garcilaso de la Vega:
"A Dafne los brazos ya le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el ojo oscurecían
los tiernos miembros aún bullendo estaban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!"


   

No hay comentarios:

Publicar un comentario